miércoles, 20 de noviembre de 2013

Disfruta del momento… paso 36: Fusiona CUERPO Y MENTE

 
Estrés, ataques de ansiedad, agobios, … ¿quién no lo ha padecido o padece cada vez con más frecuencia? Es una de las enfermedades del s. XXI consecuencia de los momentos de crisis que estamos viviendo.
A veces basta con la más mínima cosa para que toda la tensión que llevamos acumulada explote cual volcán y… entonces nuestra mente hace de un grano de arroz una montaña, lo vemos todo negro, empiezan a acelerarse los pensamientos en nuestra mente cual huracán y entramos en un círculo vicioso de consecuencias devastadoras.
Una vez entramos en el ojo del huracán perderemos el contacto con el Momento Presente. Nuestra mente se adentrará cada vez más en una vorágine de negatividad y….
Por ello, este paso nos propone que cuando empecemos a notar que perdemos el control de nuestros pensamientos, que empecemos a verlo todo negro, nuestra respiración se agite, …, paremos en seco la espiral de negatividad.
Pero, ¿cómo?
Pues parece ser que de una forma tan tonta y sencilla como … parar lo que estuviésemos haciendo y  ¡¡concentrarnos en los dedos de los pies!!
 
Llevar la atención de un extremo de nuestro cuerpo, la mente, al contrario, los pies. Pero no se trata de pensar en nuestros pies o mirarnos los pies. Sino concentrarnos en los dedos de los pies, en sentirlos, en observar que sensaciones nos transmiten. Una vez que lo hayamos conseguido (os aseguro que se puede tardar un ratito largo, je, je, je), pasar al puente de los pies, luego a los talones, a los tobillos, y así según vayamos notando y teniendo conciencia de esas zonas de nuestro cuerpo el ir subiendo poco a poco, zona a zona, por las extremidades, el tronco (glúteos, estómago, pecho, columna vertebral, hombros, …) hasta la cabeza: boca, lengua, nariz, mejillas, orejas, párpados, ojos, frente, cuero cabelludo y coronilla.
 
Con este ejercicio habremos conseguido que nuestra mente deje de centrarse en sí misma y entre en contacto con el resto del cuerpo, que se centre en él y sus sensaciones. Veréis como según vayamos sintiendo cada parte de nuestro cuerpo en la que centremos la atención, ésta se irá relajando y según se relaje nuestro cuerpo, se relajará nuestra mente. Habremos salido de un círculo de negatividad y tensión que nos alejaba del Momento Presente, para entrar en otro de positividad y relajación que nos conectará con el Momento Presente.
Una vez vueltos al Momento Presente seremos capaces de verlo otra vez con objetividad para poder hacer frente al día a día, para Disfrutar de los Momentos Buenos que nos ofrece, que haberlos haylos como las meigas, solo que a veces nuestra mente no nos deja verlos cuando se empecina en verlo todo negro.
Y es que en la vida no todo es blanco o negro, en medio hay toda una multitud de colores y matices que hemos de aprender a ver y apreciar.
No sé vosotras, pero yo más de una vez he deseado poder tener un interruptor para apagar la cabeza o, en su defecto, poder cortármela (je, je, je) para que dejaran de darme vueltas y vueltas todos esos pensamientos negativos. Y resulta que la solución es más fácil que todo eso y la tenía al alcance de … los dedos de los pies ;-P
Besazos!!
 

 
¿Quieres recordar el paso anterior? Ve al paso 35: Honra los Ciclos de la VIDA.
 


1 comentario:

  1. Aaaaaay Isa!!! me pasa igual con lo del interruptor o querer cortárrrrme la cabeza jajaja. Yo para combatir mi negatividad opté por simplificar mi vida y no correr por la vida, y cuando me acorrala pongo la música bien fuerte y me pongo a cantar y bailar, o salgo a ver la naturaleza. Pero ese ejercicio que contás me pareció súper interesante así que lo voy a probar.
    Besos

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